CUBERO MELLADO, ALBERTO / DE LA FUENTE RUIZ, JOSÉ LUIS
Las cicatrices persisten y son ellas las que nos arrebatan un lenguaje cristalino que no se entrelace con la oscuridad. En efecto: «Arden las palabras». Difícil no reconocer el espectro del autor de Arden las pérdidas, como el de Hugo Mujica o el de Ada Salas, no como recursos de autoridad sino como continuación de una reflexión en la antesala de la muerte aquella que resuena poema dentro, más allá de los nombres consagrados y las políticas de la cita a las que habitualmente dan lugar.
En latitudes así, podría decirse, el sujeto del racionalismo hace aguas. Solo persiste la ciencia de los hundimientos nietzscheana. Si, como señala Gamoneda, «la verdad es un armario lleno de sombra», en este poemario los autores no dudan en abrirlo, topándose con la desolación que abre camino hacia otros vínculos posibles. Porque antes que un sujeto doblegado ante el arrase, lo que nos devuelve Tan cerca de ningún lugar (tensó) es la imagen de una travesía por el desierto, de la que nace la promesa de una luz que no mienta.