CASTELLANOS, ROSARIO
Desde sus poemas inaugurales, Rosario Castellanos se distingue como una de las plumas líricas más brillantes y espontáneas de su generación. En 1948 lee Muerte sin fin, de José Gorostiza, y la conmoción que le produce la estimula a tal punto que en una semana escribe su primer libro de poemas: Trayectoria del polvo, al que le seguirán De la vigilia estéril (1950) y El rescate del mundo (1952).
Plena de "pasión y sentimiento", a decir de Octavio Paz, la poesía de Castellanos posee un tono revelador que contribuye a dar una visión dramática de la existencia; parte de la precisión metafórica para desembocar en un verso claro y directo, capaz de revelar y revalorar el mundo que la rodea.
Entre los poetas de México, Rosario Castellanos se singulariza por la propensión a descender al interior de su conciencia en busca de emociones que, convertidas en canto o en elegía, suelen aflorar en descarnados versos.
En 1972, la autora reúne su obra poética en Poesía no eres tú, volumen en el que incluye, además, los poemas dramáticos Salomé y Judith y sus versiones de textos de Emily Dickinson, Paul Claudel y Saint-John Perse.