APOLLINAIRE, GUILLAUME
Publicado en 1911 con grabados de Raoul Dufy, este es el primer libro de poemas de Guillaume Apollinaire y en cierta forma el único: los que lo siguieron son más bien reuniones de textos sin un motivo temático particular.
El autor nunca más tendría la oportunidad, bajo el estrés de la guerra, la bohemia o la enfermedad, de poner la misma dedicación en una obra.
Se trata de treinta poemas breves, pequeñas joyas que brillan sin esfuerzo en el cielo de un modo parecido a como las cariátides sostienen el techo del Erecteón.