GUATTARI, FÉLIX
El drama ecológico en el que se ha aventurado el planeta ha sido objeto durante mucho tiempo de una ignorancia sistemática. Este período ha acabado. Gracias a los medios de comunicación, hipersensibles a la repetición de los "accidentes" ecológicos, la opinión internacional está cada vez más sensibilizada. Hoy en día todo el mundo habla de ecología: los políticos, los tecnócratas, los industriales. Desgraciadamente, siempre en términos de simples "perturbaciones". Pues bien, las perturbaciones ecológicas del medio ambiente sólo son la parte visible de un mal más profundo y más considerable, relativo a las maneras de vivir y de ser en sociedad sobre este planeta. La ecología medioambiental debería pensarse como formando un bloque totalmente inseparable con la ecología social y la ecología mental. No se trata de unificar arbitrariamente, bajo una ideología de recambio, campos profundamente heterogéneos, sino de hacer que se entrecrucen prácticas innovadoras de la recomposición de las subjetividades individuales y colectivas, en el seno de nuevos contextos técnico-científicos y de las nuevas coordenadas geopolíticas.