GARANTIVÁ, KARINA
Teatro que sorprende, sacude y conmueve según se van desencadenando esos acontecimientos surgidos al detenerse la memoria instrumental, esa que nos ayuda a aprendernos los textos con los que presentarnos de forma aceptable en el gran teatro del mundo. En este caso Karina actriz arrostra determinada la condición de excluida o, también, y en consonancia con la acepción barroca, la de monstruo; esto es, portadora de atributos alejados de lo que la convención social establece como natural. Recordemos que el personaje calderoniano se presenta vestido de varón buscando desesperada el reconocimiento de una identidad y una libertad que se le niega reiteradamente. Y es que nada de lo que sucede (sucedió) aquella noche en que no se estrenó La vida es sueño, resulta (resultó) natural.