IONESCO, EUGENE
La improvisación del alma, originalísima antipieza, se representó por vez primera en el Studio de Champs- Élysées el 20 de febrero de 1956, con una puesta en escena de Maurice Jaquemont, que también tomó el papel de uno de los personajes, en este caso el propio lonesco.
El apasionado discurso del ciudadano corriente Béranger en El asesino sin gajes vale por todo un acto; en sus palabras el orador encontrará en él mismo, a su pesar y contra sí mismo, argumentaciones a favor del asesino.
El nuevo inquilino se estrenó el diez de septiembre de 1957, en el Téâtre d'Aujourd'hui, con decorados de Siné. Anteriormente se había representado en Finlandia, en idioma sueco; luego conoció todos los escenarios del mundo.