NESTOR KOHAN
El nombre de Rosa, amada y admirada por los jóvenes más radicales y combativos de todas partes del mundo, sigue siendo en el siglo XXI sinónimo de rebelión y revolución. Cuando ya nadie se acuerda de los viejos jerarcas de la socialdemocracia europea del siglo XIX, el pensamiento de Rosa Luxemburgo continúa generando polémicas. Su espíritu insumiso y rebelde asoma la cabeza -cubierta por un elegante sombrero, por supuesto- en cada manifestación juvenil contra la globalización y la dominación capitalista.