CARREÑO, PACO
Si es cierto lo que afirma Benjamin cuando dice que la carencia del lenguaje es el gran dolor de la naturaleza, que está triste porque es muda y es muda al mismo tiempo por estar triste, hasta el punto de no saber si la tristeza es el efecto o la causa de la mudez, Realidad propondría la paradójica jovialidad de compartir una tristeza. Debemos la alegría de ese encuentro al descubrimiento de que las palabras son en realidad el testimonio de los secretos mal guardados de las cosas, por lo que no son simplemente instrumentos, sino la prueba de esa benjaminiana ley esencial del lenguaje según la cual hablar de sí mismo y hablar de lo demás es lo mismo.