IBARRA, ELINA
Este libro recorre por lo menos tres líneas de interés teórico.
La primera, que es acaso el eje más general del libro, es un sucinto pero apretado panorama de la tradición filosófico-política occidental, sus transformaciones y sus diferentes abordajes. El tema específico del trabajo remite, directa o indirectamente, al problema político por excelencia, la legitimidad o la ilegitimidad de la relación de mando y obediencia. En este sentido, el libro nos brinda un claro y útil mapa, un mapa que es a la vez histórico y analítico.
Una segunda línea teórica de gran interés del libro, ya más específica para la teoría pura del derecho, es el abordaje que hace Ibarra del pensamiento del jurista austríaco Hans Kelsen. Sabemos que Kelsen no fue un anarquista sino un liberal demócrata, pero las implicancias de su pensamiento jurídico para el anarquismo me parecen tan útiles como evidentes. Releerlo, revisitarlo y recomprenderlo, como hace Ibarra en este libro, puede ser muy estimulante y enriquecedor para el lector de simpatías ácratas.
Con más razón, hoy en día, cuando parece reinar una peligrosa confusión de ideas en el seno de cierta autoproclamada izquierda intelectual que se nutre del oscurantismo criptoteológico del ultraderechista Carl Schmitt, colaborador del nazismo y adversario teórico del emigrado Hans Kelsen.
Por último, pero no menos importante, el tercer lineamiento de interés teórico que presenta el libro es el tratamiento detallado, minucioso y sugerente que hace Elina de los clásicos del pensamiento anarquista, como Pierre-Joseph Proudhon, Benjamin Tucker, William Godwin, Piotr Kropotkin y Johan Most. Este aspecto, que es seguramente el de mayor interés para el lector ácrata, se ve enriquecido por la inclusión de tres ensayos finales sobre temas específicos del pensamiento anarquista. La idea del perfecto anarquista, la educación anarquista y la concepción antropológica de Pierre-Joseph Proudhon.