Cada generación tiene el derecho a cambiar sus normas de convivencia, su Constitución, y a decidir sobre su presente y su futuro. Negar este derecho en cualquier sociedad es, por definición, negar el carácter democrático de dicha sociedad.
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Vista previa: POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE. UNA SALIDA DEMOCRÁTICA A LA CRISIS
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