JIMÉNEZ GÓMEZ, HILARIO
(extracto)
Este cuerpo hecho de tiempo
viene marcado por su caducidad.
Y en él las horas
se irán apagando mansamente
como la vieja y repetida melodía
que bailan amarillos los otoños.
*
Cuando la luz era noviembre
y le asomaban ropajes arrugados
en las manos,
sus muertos eran más muertos.
Y sus ausencias aún más profundas
en el silencio de aquella casa herida
donde se perdía la tarde
ya para siempre.