BECKER, HOWARD Y JAIME ARRAMBIDE
¿Qué pueden tener en común un asesinato y Mozart? En un caso se trata de un hecho condenable y en el otro del paradigma de la genialidad. En ambos, sin embargo, se juega el poder de las etiquetas para estigmatizar o asegurar prestigio a alguien considerado "fuera de lo normal". Señalar a una persona como genial no suele ser un problema, pero rotularla como delincuente implica convertirla en outsider, no importa en qué haya consistido su falta: exceso de alcohol, consumo de drogas o crimen.
Tradicionalmente los sociólogos buscaron explicar los motivos que inducían a una persona a desviarse de las reglas. Pero fue el trabajo pionero de Howard Becker, en los años sesenta, el que permitió desplazar el foco de atención hacia quienes hacen o proponen las normas, por considerar que es tan importante estudiar a quienes infringen la ley como a quienes definen qué es delito y qué no. Analizar la interacción entre unos y otros es el único modo de no caer en una visión moralista o apologética del fenómeno de la desviación: ¿cómo se ven entre sí los infractores de las normas y los encargados de defender su cumplimiento?,¿quienes establecen y promueven las leyes, y qué los impulsa a hacerlo? El autor indaga, entre otros, el caso de los consumidores de marihuana, revelando cómo se inician en esa práctica, cómo la posición que asumen ante los controles sociales les permite disfrutar de esa experiencia o alejarse de ella, cómo se vinculan con los valores convencionales y con los de su grupo de pertenencia.
Con la publicación de "Outsiders", ya convertido en un clásico, Becker sentó las bases para un estudio complejo e integral del campo de la desviación. Con prosa clara y directa ofrece además una aproximación atractiva para quienes deseen mirar de cerca el mundo de los supuestos outsiders y la dialéctica de sus vínculos con la gente "normal".