TROTSKY, LEÓN
La teoría de la revolución permanente representa una de las aportaciones más trascendentales del pensamiento marxista. Sin ella resulta imposible comprender la primera revolución obrera triunfante de la historia, la rusa de 1917, así como los procesos revolucionarios posteriores en países donde el capitalismo se desarrolló tardíamente y la lucha por el socialismo se combina con las tareas pendientes de la revolución democrática y la liberación nacional.
La reedición de esta obra de Trotsky no podría llegar en un tiempo político más oportuno. Las grandes luchas de clases que recorrieron Latinoamérica durante las dos últimas décadas muy especialmente la revolución venezolana o la Primavera Árabe desde su eclosión en 2011 hasta las impresionantes insurrecciones populares en Argelia y Sudán en estos momentos evidencian, tal como explica Trotsky en este libro, que es imposible resolver las reivindicaciones de la revolución democrático-nacional en los países coloniales, excoloniales y atrasados si la clase obrera, a la cabeza de todos los oprimidos, no toma el poder.
En estos países han fracasado todos los intentos de conciliar los procesos revolucionarios con el orden capitalista. La causa es concreta: una reforma agraria que acabe con el latifundismo y proporcione tierra y trabajo a los campesinos, el desarrollo de una industria diversificada y moderna con salarios y condiciones laborales dignas para los trabajadores, poner fin a los regímenes autoritarios y las dictaduras garantizando los plenos derechos democráticos o acabar con la subordinación económica y política al imperialismo sólo es posible mediante una estrategia socialista que expropie la banca, la tierra y los principales monopolios económicos, para dar paso a la construcción de un Estado obrero de transición bajo la administración directa de los trabajadores y los oprimidos. Esto es, en esencia, la teoría de la revolución permanente.