AA.VV
Los niños han desempeñado un papel primordial en la gran pantalla desde el nacimiento del cinematógrafo. Hasta el punto de adueñarse, en ocasiones, de las
propias historias.
Desde Mi tío Jacinto (Vajda,1952) hasta Pan Negro (Villalonga,2010), pasando por Juegos prohibidos (Clement, 1952) y Léolo (Lauzon, 1992), los ochos ensayos que integran este libro sondean las múltiples posibilidades de esta focalización en la literatura y el cine. A través del estudio de casos de distintos periodos y latitudes, el lector descubrirá una rica panorámica de las características y los frutos de esta opción narrativa. En definitiva, este libro constituye un homenaje a esos pequeños narradores cuya mirada, de un modo y otro, pervive en el interior de los adultos.