El dolor y el sufrimiento siempre fueron acicates vitales y culturales capaces de empujar una existencia hasta lo más alto o de hundirla en el abismo más profundo, configurándose igualmente como eficientes detonantes de cualquier proceso creativo.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información