RUIBAL, BEATRIZ / DAVILA, YULINO
Hebras de malasaña es uno de los poemarios más afinados escritos a finales de los setenta en España. En plena eclosión de la movida madrileña, el autor peruano prefiere mantener con pulso seguro un solo de jazz de palabras que nos remite a Miles Davis, Cortázar y a la fotografía de Robert Frank pasada por un Montparnasse imposible de Malasaña.
En palabras de su primer prologuista (el libro se editó en Perú), Américo Ferrari, estos textos, en medio de su palpable posmodernidad, representan un regreso al o una continuación del antiguo lirismo erótico de los trovadores y poetas de la Edad Media y el Renacimiento, lirismo que reaparece invicto en los albores del Romanticismo, en Blake o Novalis, por ejemplo: poetas del deseo, fantasmas en busca de un cuerpo.
Para Ferrari, la complejidad de esta escritura representativa, «proviene seguramente de la confluencia en el quehacer literario del poeta de otros dos focos de expresión artística que le son familiares: la música y el dibujo. Yulino es, en efecto, un melómano irreductible y un dibujante eximio».
Hebras de Malasaña es también un libro de vasos comunicantes, donde dos disciplinas artísticas sostienen un diálogo de altura. La artista Beatriz Ruibal ha conseguido un trasvase de energía desde la poesía a la fotografía. Explorar en el tejido de las palabras de Yulino Dávila, le ha llevado al tejido de los instrumentos, de los aparejos musicales, utilizando de manera informal el macro como aproximación a estos tejidos, creando diferentes variaciones sobre la composición, como en el jazz, presente en Hebras de Malasaña, y utilizando la doble página como espacio de reflexión en la inspiración musical.