«¡La guerra, Señor, ha puesto todo patas arriba hasta tal punto que un tirador negro agonizaba a nuestras puertas! Ser negro y soldado, créame usted, es ser mal visto por los franceses y perseguido por el ocupante. Pero Addi Bâ, tan orgulloso, tan educado
Artículos relacionados
Vista previa: EL TERRORISTA NEGRO
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.