FUENTES RODRÍGUEZ, MARTA
Los poemas aquí recogidos fueron escritos durante la estancia de la autora en Delhi, Estambul y Fez. Tres ciudades, en las que el verso de Marta Fuentes se detiene de manera honda y pausada. En ellas, por ellas y desde ellas, pasea su límpida mirada tratando de asir sus ojos a tan diversos territorios y protagonistas.
Anota en su prefacio José Luis Gómez Toré que la poesía de Marta es un lento aprendizaje del difícil, imprescindible oficio de contemplar el mundo; y añade que sus versos despliegan paisajes mentales, casi como galerías y jardines machadianos, que sin embargo huelen a realidad. Sin duda que ese anclaje con lo que acontece en su entorno, con la verdad viva y vivida de cuanto la rodea, deviene en un discurso pleno de certidumbres, en el que destaca la búsqueda incesante de una esencialidad lingüística que dote a los poemas de tensión y fulgor líricos.
Dividido en dos apartados, Donde llora el sufí y El corazón intramuros, el volumen se ovilla en una suerte de inquietante melancolía, de luminaria nostalgia, en la que la acordanza quiere ser testigo principal de este itinerario almado: Que no llegue el olvido a vaciar/ su nieve en los puertos,/ que no oxiden el aire/ ornamental las gaviotas;/ quédese la seda de mi memoria/ dormida como la grieta naciente/ en el cuarzo y esperen las alas/ del ángel a entibiarse y la tarde/ aguarde su caída al oeste./ Nada pase, y se ulcere mi dolor/ en agua turmalina;/ caiga esta lágrima/ en el mimbar del sol.