FERNÁNDEZ DURÁN, RAMÓN
En el siglo XX, la institución del Estado se amplia al mundo entero, sobre todo con la irrupción de un gran número de nuevos Estados tras el fin del dominio colonial europeo, y lo hace en su forma de Estado-nación de corte capitalista que alcanza su apogeo con el derrumbe de la Unión Soviética. Se pasa de un Estado fuertemente liberal a inicios del siglo XX, a un Estado social a mediados del mismo ?sobre todo en los territorios centrales occidentales?, para acabar otra vez con un tipo de Estado de corte neoliberal a finales del siglo. Esto significará el desmantelamiento de muchas de las conquistas políticas y sociales alcanzadas, y provocará una creciente crisis de legitimidad institucional sobre todo en la Periferia, donde su presencia y arraigo era mucho menor. El Estado parece vivir un periodo de gloria, arrastrado por la fe en el progreso y el aumento sin freno del consumo energético, en los países centrales tras la Segunda Guerra Mundial, pero empieza su declive en torno al 68, cuyas revueltas marcan asimismo la erosión imparable de las burocratizadas formas de oposición de la Vieja Izquierda. Esto