FUENTEVILLA, CARLOTA
El 2 de julio de 1961, cuatro niñas de entre diez y doce años asisten a la aparición de la Virgen en su pueblo, San Sebastián de Garabandal, en Cantabria. Durante los cinco años siguientes sufren trances constantes delante de cientos de testigos. Los cuerpos de las niñas serán quemados, golpeados y pinchados por los asistentes para verificar la autenticidad de sus éxtasis y tanto los médicos como los miembros del clero examinarán una y otra vez a las niñas para intentar esclarecer la naturaleza de sus visiones. Una de ellas, Conchita, registra en su diario sus experiencias, entre ellas el contacto con el doctor Morales, director del sanatorio de Peñacastillo. No es la primera vez que este nombre aparece en el diario de una mujer sometida a tratamiento psiquiátrico contra su voluntad: Morales había tratado a Leonora Carrington durante su ingreso en aquel mismo hospital unos años antes. A partir del descubrimiento de esta coincidencia, Carlota Fuentevilla muestra la trama de opresiones que había atrapado a las dos mujeres y que incluía a las autoridades franquistas, médicos y clérigos. Trances extáticos, inte