CEPEDA ÉTKINA, ANA / RUIZ SOMALO, SANCHOIL
Pedro Cepeda nos dejó un manuscrito, interesantísimo de leer, manuscrito en el que se mezclan mil ideas, situaciones, anhelos, tiempos y espacios de una persona que pensó que su infancia no debería haberse roto nunca, que ninguna lágrima debería haber entrado jamás como una riada en la Málaga de su infancia, que las situaciones que vivió en esa adolescencia, que fue un rápido puente hacia la madurez, hubieran requerido un sosiego para hacerse a la idea del crecimiento, y pasar por las edades como las uvas de moscatel de aquél patio, que se transformaron en la sangre inocente a merced del verdugo cuando a él su mayores ya habían conseguido salvarlo de la atrocidad y el crimen de aquellos asesinos que transformaron el vino de Málaga en sangre espesa y caliente que se derramaba por los bancales, regando las viñas de los que las habían cultivado, sin poder evitar esa penetración, sin poder hacer nada más que permitir que la sangre penetrara entre las raíces como una violación, como una doma del caballo salvaje al que se le priva de su espacio, de su hábitat, de su dignidad y orgullo, de sus valores y derechos, en suma, se le priva de libertad y de justicia.La historia de cómo llegamos a publicar este libro viene de la mano de la música, tan importante en la vida de la persona protagonista de este libro, Pedro Cepeda y de toda su familia. Cuando leímos el manuscrito, tal cual, era una recopilación de notas personales sin organizar de muy difícil publicación. Pero el entusiasmo de Ana Cepeda hizo posible dar forma, estilo y coherencia, además de completar muchas lagunas del texto, a aquellas primeras notas que llegaron a nosotros y que, desde el primer momento, captaron nuestra atención y nos animaron a intentar su publicación en forma de libro.