RODRÍGUEZ, ILDEFONSO / SALVADOR GONZÁLEZ, TOMÁS
Este libro no es una biografía o semblanza de Tomás Salvador González, tampoco una lectura de su obra. Es lo que muestra con solo abrirlo: un álbum de documentos personales y sueños dispuesto en forma de collage, un entramado a la vez con palabras suyas. Algo semejante a lo que escribe Federico García Lorca en su Oda a Dalí: «nuestra amistad pintada como un juego de oca». Palabras en común.
La condición originaria del relato era montarlo con materiales ya hechos: desde sueños a papelitos, hallazgos, voces diversas (la de Tomás, decisiva, claro). Escribir yo en él lo menos posible desde el momento actual, que es el de la pérdida («Yo que no estorba escasea», ha escrito Eduardo Milán).
Alrededor de este collage, todos (también el autor) somos visitantes, venidos de un exterior.
Un álbum; un álbum con adherencias, fragmentos, cosas traídas de cerca y de lejos, de aquí y de allá. Un cruce de escritos, de géneros, de magnitudes y tiempos. Lo que se reúne por afinidad (y también por ser contrario y ser semejante) a lo largo de los años, en los laberintos de la memoria. Y todo quisiera encontrar su sitio, pliegue y despliegue, una nueva armonía.
El tiempo en este libro no es cronológico, sus cosas van y vienen, fechadas o no, hacia adelante, hacia atrás. Con la excepción de los escritos de Tomás, el resto es anacronía, ucronía.
(Tal vez más de un lector se despiste, le baile algún dato y se incomode. Forma parte del juego en que autor y lector estamos metidos).
Toda amistad es una afección. Todo en nuestro relacionarnos fue afecto, por esa relación yo fui afectado de por vida. Este libro es un intento de contar a mi manera algunos modos de ese afecto.
Ildefonso Rodríguez
Ildefonso Rodríguez (León, 1952) fue miembro fundador de las revistas Cuadernos leoneses de poesía y El signo del gorrión.
Ha publicado libros de poesía (entre otros, La triste estación de las vendimias, premio Provincia de León en 1988, mil novecientos ochenta, Mis animales obligatorios, premio Rafael Alberti en 1995; fue traducido al francés, Mes animaux obligatoires, Paris, 2000), narrativa (Son del sueño, Disolución del nocturno, Informes y teorías) y ensayo (El jazz en la boca).
Su obra poética, hasta el 2008, ha sido reunida en el volumen Escondido y visible (editorial Dilema).
Sus últimas publicaciones son el librodisco Inestables, intermedios; Ciclo Tierra de Campos (Inacabado. Aventuras de tres amigos en los tiempos del nacionalcatolicismo); Mandolina y jaula ante un espejo, en colaboración con el poeta Francisco Deco; La belleza de los muertos, en 2022.
Es saxofonista, dedicado al jazz y a la improvisación libre (Dadajazz, Cuarteto Cova Villegas, 5 Grus Grus, Jaula 13). Dirige un aula-taller dedicado a esa materia en la Escuela Municipal de Música de León.
Actualmente escribe en el periódico digital Tam-tam Press la sección Despierto y por la calle.
Tomás Salvador González (Zamora, 1952, Móstoles, 2019) es autor de una variada y extensa obra poética que empieza en los primeros años 70 y culminaría con Una lengua que él hablaba (Dilema, 2018) que reúne todos sus libros de poemas de palabras, inéditos y publicados. Es también autor de la novela El territorio del mastín (Premio Narrativa Breve de la Editorial Juventud, Barcelona, 1995; reeditado en 2016 por la editorial Malasangre, Oviedo). Fue miembro fundador de la revista El signo del gorrión a cuyo consejo de redacción perteneció durante sus diez años de vida. Como poeta visual publicó Favorables País Poemas (Icaria, 1996). Participó en diversos proyectos, revistas, carpetas y exposiciones, entre los que destacan el CD Tod2s o casi to2s (Cero a la izquierda, 2004), y las exposiciones colectivas Desacuerdos (MACBA, 2005) y Constelaciones (MUSAC, C3A, 2017).
Restos de infancia (Freire: edición, 2019) es un libro póstumo que reúne relatos, poemas y piezas visuales.
Dedicado a su poesía concreta ha aparecido, también póstumo, De aleda a aldea, selección, edición y prólogo de Luis Marigómez (Universidad de León, Caligramas, 2020).
Ildefonso Rodríguez ha publicado los siguientes libros de poesía: Manirás de Lisboa (1986), Lore volador (1988), La triste estación de las vendimias (1988), Mis animales obligatorios (León, 2000) y Política de los encuentros (2003), Ciclo de campo (2019). En 1998 apareció su primer libro de narrativa, Son del sueño. Recientemente ha publicado El jazz en la boca (2007). Es saxofonista, dedicado al jazz y a la improvisación libre.