TAUFIC, CAMILO
Prólogo
Próposito
Primera parte. El periodismo en la comunicación social
I. Comunicación social y dominación
Una visión cibernética del problema
La comunicación no es neutral
II. Los medios, algo más que tigres de papel
¿Quién controla a quién?
Los poderosos al timón
Dos dimensiones del progreso
III. La comunicación de masas y sus funciones
El sistema de comunicaciones
Funciones de la comunicación social
IV. Base y superestructura
Comunicación e ideología
Segunda parte. La información, una forma del poder político
V. Naturaleza política del periodismo
Dos concepciones de la libertad de prensa
VI. El periodismo en los países socialistas
Activistas de la revolución
Críticos de masas y educadores
La prensa y la dictadura del proletariado
El problema de la selección temática
VII. El periodismo en los países capitalistas
La libertad de empresa en la prensa
Razones de fondo para un contenido superficial
La lucha por los avisos
Se imponen los monopolios
Sin fe y al descubierto
VIII. El periodismo en los países subdesarrollados
Información y economía dependientes
Mucho público, pocos lectores
El efecto demostración
Tercera parte. La influencia de los medios de comunicación
IX. El efecto del periodismo sobre la opinión pública
El tozudo receptor
Todos los medios juntos, y la TV sobre todos
Efectos masivos a través de contactos personales
X. La lucha por el auditorio
El derecho del pueblo a ser informado
Rostros en la multitud
Dos pasos atrás
Dos pasos adelante
No uno, sino varios auditorios
XI. El periodista: un político en acción
El periodista profesional
Periodistas libres y periodistas comprometidos
Cierto confuso apoliticismo
¿Deben existir las escuelas de periodismo?
XII. La objetividad en la prensa
La verdad, privilegio del pueblo
Los porfiados hechos
Conclusión. El futuro de la prensa
Esta obra tiene por objeto destruir un mito: la inocencia de la información. Afirma que las noticias son mandatos; el periodismo, una forma de dirección social. Hasta nuestras conversaciones personales se proyectan como una sutil influencia sobre el medio circundante. Se informa, en definitiva (se escribe, habla o exhibe una película), para dirigir. Pero no siempre se logra. La información determina las decisiones de quienes la reciben sólo cuando éstos la aceptan, y lo grave es que en la sociedad contemporánea se perfeccionan hasta límites inauditos los medios para imponer esta aceptación, mientras paralelamente disminuyen y se anulan las defensas de quienes deben concederla.