CABRERA, MIGUEL ÁNGEL
En los u´ltimos tiempos se ha recrudecido la cri´tica contra el etnocentrismo teo´rico moderno. Es decir, contra el supuesto de que las categori´as y conceptos teo´ricos forjados en el mundo moderno occidental son de aplicacio´n anali´tica universal y permiten comprender y explicar la conducta de los seres humanos de cualquier tiempo y lugar. En su formulacio´n ma´s ba´sica, la cri´tica del etnocentrismo sostiene que las referidas categori´as y conceptos designan feno´menos humanos que son exclusivos del mundo moderno y, por tanto, no son aplicables al ana´lisis de grupos humanos que esta´n situados fuera de este. Un segundo grupo de cri´ticos sostiene, adema´s, que las categori´as y conceptos modernos no son representaciones de entidades y feno´menos que tienen una existencia objetiva, sino que constituyen tan solo una forma, entre otras, de concebir a los seres humanos y a su mundo. Y, por tanto, que ello los incapacita como herramientas teo´ricas para dar cuenta de la conducta de aquellos sujetos que no operan con los supuestos de la modernidad teo´rica. Desde este punto de vista, el etnocentrismo no solo incurre en el error de atribuir a las acciones de los sujetos no modernos causas y motivaciones que estas no poseen, sino que adema´s impide que afloren las concepciones del mundo que realmente subyacen a esas acciones.
En suma, la cri´tica del etnocentrismo teo´rico moderno no solo esta´ propiciando la renovacio´n del campo de estudios de la diferencia y la diversidad humanas: entran~a adema´s una reconsideracio´n de buena parte de los supuestos teo´ricos y epistemolo´gicos sobre los que se asientan la modernidad teo´rica y las denominadas ciencias sociales. Esta cri´tica esta´ contribuyendo a la configuracio´n de un nuevo sentido comu´n teo´rico, diferente del legado por la modernidad, que deberi´a ser tenido en cuenta a partir de ahora en cualquier investigacio´n sobre el mundo humano (y eventualmente en el disen~o de cualquier estrategia de intervencio´n poli´tica)