GAUFEY, GUY LE
¿Existen dos entidades, con la misma dignidad, llamadas hombre y mujer, separadas por el Gran Cañón de la diferencia sexual? ¿O hay que pensar esa diferencia como algo puramente relativo, situando a cada ser humano en un continuo de más o menos hombre a menos o más mujer? Sigmund Freud estableció de qué extraña manera la sexualidad determina al ser humano: su pulsión ya no es el instinto sexual heteronormado de los psiquiatras de entonces. Con su sorprendente enunciado "No hay relación sexual" y las fórmulas de la sexuación que lo sostienen, Jacques Lacan intervino en ese embrollo entre lógica y sexos inventando un nuevo operador, un notodo, que indica la incompletud de la cosa sexual.